Italia es uno de los tantos países que decidieron recudir la población de las cárceles para reducir el riesgo de contagio de coronavirus, y ahora vive una polémica porque entre los que fueron liberados antes de tiempo figura un poderoso capo de la mafia.
Francesco Bonura, “capo mafia” del barrio de Uditore, en Palermo, la capital siciliana, miembro destacado de la “famiglia Provenzano”, estaba preso en una cárcel de alta seguridad de Milán, cumpliendo una condena a 18 años y ocho meses por actividades mafiosas y extorsión.
Pese a que el ministro de Justicia, Alfonso Bonafede, explicó que los mafiosos están excluidos de la ley aprobada por el gobierno para reducir la población carcelaria durante la emergencia, llamada Cura Italia, los fundamentos del juez que lo liberó apelan a la pandemia de Covid-19.
El decreto Cura Italia establece que, para disminuir la población de las cárceles, los detenidos condenados por delitos leves y con menos de 18 meses por descontar de la sentencia, podían recibir el beneficio del arresto domiciliario. La norma excluía explícitamente a los mafiosos.
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Sin embargo, el departamento penitenciario pidió a los jefes de prisiones que informaran sobre todos los presos mayores de 70 años, y con algún problema de salud, para que los jueces pudieran decidir caso por caso. Por eso fue liberado el jefe mafioso
A Bonura, que tiene 78 años y que durante mucho tiempo fue un “coronel” del capo de la famiglia, el sanguinario Bernardo Provenzano, le quedaba poco menos de un año para completar la condena, ya que su liberación estaba prevista para el 12 de marzo de 2021.
El capo mafioso fue operado de un tumor en el colon en 2013 y sufre de hipertensión arterial. Un juez decidió liberarlo “por su avanzada edad y sus patologías oncológica y cardíaca”, pero también “ante la actual emergencia sanitaria y el riesgo de contagio más elevado en un ambiente de alta densidad de población como la cárcel”.
El problema para el gobierno es que, dado el antecedente de Bonura, que viajó a su casa de Palermo, otros jefes mafiosos encarcelados pedirán su arresto domiciliario.
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Entre ellos están dos pesos pesados de la mafia siciliana, Leoluca Bagarella y Nitto Santapaola, el inventor de la Nueva Camorra organizada de Nápoles, Raffaele Cutolo, y Umberto Bellocco, poderoso capo de la N’drangheta, la sanguinaria mafia calabresa, que desde hace años domina el tráfico de cocaína en Europa. Todos tienen más de 70 años y problemas de salud.
Ahora, los jefes mafiosos podrían pasar a cumplir sus condenas en su casa, no por la ley de emergencia carcelaria por el coronavirus, pero aprovechando la pandemia. “Un virus más letal y poderoso que el Covid-19”, como escribió el diario italiano Il fatto quotidiano.
SF
